domingo, 24 de agosto de 2008

Alguien puede interpretar mis lagrimas.


"Alguien debe de haber en el cielo que declare en mi favor, que interprete ante Dios mis pensamientos, para que El vea mis lágrimas"( Job 16: 19-20 )

Si este día has sentido que tus oraciones no han sido contestadas, si te sientes olvidado por Dios porque la respuesta tarda mucho, y en tu corazón surgen miles de preguntas, al mismo ritmo que tus lágrimas se han convertido en ríos, cuando el llanto es parte de tus días y el horizonte continua tenebroso. Ahora es el momento que conozcas las profundidades del clamor.

Tantas lágrimas ha derramado Job, que humanamente es el único medio del cual dispone para comunicarse con Dios, ya no tiene palabras, ya no tiene pedidos, ya únicamente le quedan gemidos y lágrimas, pero también ellas tienen un limite, porque se ha dado cuenta, que tampoco las lágrimas logran nada, y acude con un grito desesperado cuando dice:

"Alguien debe haber en el cielo que declare en mi favor, que interprete ante Dios mis pensamientos, para que El vea mis lágrimas ".

Esto no significa que Dios lo ha olvidado, o que no vea ni entienda las lágrimas y el sufrimiento de Job, Dios lo sabe perfectamente, y ha seguido de cerca todo lo que le ha acontecido a su siervo, lo ha acompañado en su calvario, y aun, es ese mismo instante, al pronunciar esas palabras, es una evidencia ante las huestes celestiales y celestes, ante los ángeles y ante los demonios, para que como testigos de esta experiencia, el siervo de Dios, ha mantenido la fidelidad, aun en medio de la pobreza , la calamidad y la enfermedad, continua luchando, y lejos de volverse un rebelde, reclama, que alguien interprete sus lágrimas, gime, llora, grita, para que su lamento sea escuchado.

Oh, Santo clamor, al que los sufrimientos nos llevan, Oh, gemidos que nos hacen buscar a Dios como única alternativa de solución.

Oh, momentos únicos, donde nuestro corazón es puesto a prueba.

Oh, Divina respuesta que luego de ese momento, Dios envió a su siervo, lo rescato, lo sano y lo prospero.

Animo, pueblo de Dios, animo!!

si te sientes débil o en el olvido, ahora ya sabes que tus lágrimas han sido tomadas en cuenta, no te rebeles, gime y hablale a Dios, El te responderá, no fallara jamas.

Que Dios les bendiga.
Patricio.

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