lunes, 30 de junio de 2008

¡Señor! Enséñame a Esperar


Señor…
Enseñame a esperar con paciencia y en tu presencia,
que mi ansiedad y mi impaciencia no corte la marcha del tiempo…
que nunca desespere mi inconsciencia, ni mi sueños perezcan.

Señor…
Enséñame a controlar mi temperamento,
enséñame a volar a favor del viento…
que mi paciencia aprenda a esperar bajo tu gracia y tu promesa.

Señor…
Enséñame a ser frágil y madurar,
sin desconfiar de el camino nuevo que tienes para mi…
siempre dispuesto a mejorar,
sin quejarme de la angustia y los sinsabores.

Señor…
Enséñame a ser humano, permíteme vivir paciente…
que a cambio de quejarme de cada herida,
me deleite sabiendo que llegaré a la meta.

Señor…
Enséñame a ser humilde sabiendo que es un don hermoso,
que mi energía no sea compitiendo para ser aceptado por otros.

Señor…
Enséñame a esperar confiado, sabiendo que no he de fatigarme…
Enséñame a recibir el mensaje revelado por ti y alcanzarlo.

Señor…
Enséñame a mantener tu propósito…
que con alegría me sienta amado,
sabiendo que con tu amor me has cuidado…
y con tu bondad me has rodeado.

Señor…
Enséñame a no salir disparado y morirme fatigado,
Padeciendo en mi camino sin llegar a lo que tú me has prometido.

¿Y tu? ¿Necesitas aprender a esperar?

Que Dios les Bendiga.

Patricio.

Debemos Hacer lo mejor.


"Venid, benditos de mi Padre..." (Mateo 25:34)

Zig Ziglar, especialista en motivación, cuenta que cuando era un niño, su madre le mandó abrir dos filas con una azada, para plantar fréjol. Tenía cerca de ocho años de edad. Mostró exactamente como quería que él hiciese y le habló: "cuando usted termine de colocar los fréjoles, llámame para que venga a examinar si todo está correcto".

Cuando finalmente él terminó el trabajo, siguiendo las instrucciones dadas por la madre, él la llamó para verificar su trabajo. Cuando ella llegó al local, balanceó la cabeza de un lado para otro y dijo al hijo: "Bien, querido, creo que usted va a tener que repetir su tarea. Para la mayoría de los niños estaría bueno, pero usted no es la mayoría de los niños, es mi hijo. Y mi hijo puede hacer mejor de lo que eso".

¿Nos hemos contentado con lo razonable? ¿Nos ponemos satisfechos con una vida sin brillo, sin objetivos, sin sueños? ¿Conformamos fácilmente con el mínimo sin empeñarnos en buscar la excelencia en lo vivir?

Necesitamos entender qué no somos insignificantes, ni un número cualquiera en una relación existente. Somos hijos del Dios Altísimo, herederos del Cielo de gloria. El Señor nos garantizó que seríamos siempre más que vencedores y no debemos contentar nos sino con nuestro mejor esfuerzo.

Necesitamos empeñarnos en ofrecer lo máximo, no por vanidad o para conquistar notoriedad, pero para exaltar el nombre de Jesús y para glorificar nuestro Padre celestial.

Como hijos de Dios hemos de prestar testimonio la transformación operada por el Espíritu Santo; Hemos que demostrar amor y alegría, esperanza y fe. Debemos cantar en vez de murmurar, levantarnos después de un fracaso y jamás desalentarnos, tener siempre una palabra de consuelo para aquéllos que, postrados, no encuentran fuerzas para seguir adelante.

Dios nos dice con amor: "Tu no eres una persona cualquiera, es mi hijo. Debes hacer siempre lo mejor."
Que Dios les Bendiga.
Patricio.

Serviste Hoy?


Toda la naturaleza es un anhelo de servicio
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.
Donde haya un esfuerzo, que todos esquivan, acéptalo tú.

Se tú el que apartó la piedra del camino,
El odio entre los corazones,
Las dificultades del problema.

Hay la alegría del ser sano y la de ser justo.
Pero hay sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.
Que triste sería el mundo, si todo en él estuviera hecho…
Si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender.

No sólo se hace mérito de los grandes trabajos; hay pequeños servicios:
Adornar una mesa, ordenar unos libros…

El servir no es faena de los seres superiores.
Dios que da el fruto y la luz, sirve.
Tiene los ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día…

¿Serviste Hoy?

Porque ¿cuál es mayor, el que se sienta a al mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Más yo estoy entre vosotros como el que sirve. Juan 22:27

Que Dios les Bendiga.

Patricio.

miércoles, 25 de junio de 2008

De veras me amaba.


—No tomes esa foto —advirtió Lawrence Collier—; es peligroso. Lawrence, un joven australiano, conocía esa reserva y conocía la ferocidad de las fieras. —Pero son leones mansos y, además, está permitido —le contestó la muchacha, despreocupada. La joven, Judith Damien, también australiana, era amiga de Lawrence. Se habían conocido en Australia, y había un interés más que de amigos entre ellos. Los dos habían ido como turistas a la reserva de Masai Mara en Nairobi, Kenya.

La joven preparó su cámara, e iba acercándose a una de las fieras cuando, de repente, los leones se abalanzaron sobre ella. Todo ocurrió en un instante.

Lawrence, que vio todo desde el vehículo, saltó en medio e interpuso su cuerpo entre ella y los leones. La pareja de felinos hizo presa de él, matándolo en el acto. Judith, aterrorizada, logró ponerse a salvo a pesar de estar herida.

Esa tarde, de vuelta al campamento, Judith dijo: «Él puso su vida por la mía. Nunca me dijo claramente que me amaba. Ahora sí sé que de veras me amaba.»

No hay como una tragedia para revelar quiénes son nuestros verdaderos amigos. El dolor, la agonía, la calamidad, revelan quiénes son las personas que de veras nos estiman. La calamidad ahuyenta a los distantes, pero acerca a los que nos aprecian. Es una especie de ley muda pero cierta. La tragedia, el accidente, la enfermedad, la muerte de un ser querido, tienen su manera de atraer a nuestro lado aquellos que son, de veras, nuestros amigos.

Esto nos lleva a hacer la pregunta: ¿Cuánto amor tuvo que tener Jesucristo para impulsarlo a entregar su vida en la cruz por nosotros, el género humano? Cristo mismo da la respuesta: «Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos» (Juan 15:13).

Todo amor se prueba con los hechos. Palabritas dulces las hay a montones, y el infame seductor sabe usarlas bien. Pero una cosa es el amor genuino, y otra, los hechos que lo comprueban.

Jesús expuso y dio ejemplo de la doctrina del amor verdadero. Él mismo, por amor, dio su vida por nosotros. Su amor fue perfecto, y se materializó en un sacrificio perfecto.

Jesús probó su amor hacia nosotros tomando nuestro lugar en la cruz. ¿Qué podemos nosotros darle a Él? Podemos corresponder a su amor. Podemos decirle: «Gracias, Señor, por lo que hiciste por mí. Mi vida es tuya para siempre.»

Es por esto que es necesario recordar que Cristo nos ama de manera infinita, es nuestro deber amarlo a Él y sobre todo amar a nuestro prójimo.

Que Dios les bendiga.

Patricio.

¡ Mas que Vencedores!

"Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó." (Romanos 8:37)





¡Más que vencedores!

Quizás para muchos esto sea simplemente una frase de 16 letras y nada más. Pero no se imaginan las miles de promesas y maravillas que a través de esta frase existen. Porque por puro capricho el Señor no inspiro a Pablo a escribir este hermoso pensamiento en Romanos 8:28-39.

Una persona más que vencedora es aquella que ante el enemigo no se doblega y no huye cuál ave a su nido, sino que lo enfrenta con la armadura del Espíritu (Efesios 6:10-20). Es aquella persona que no teme al valle de sombra y de muerte (Salmos 23:4).

Es aquella persona que puede pararse frente al gigante y decirle: "...mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos,..." (1 Samuel 17:45b) Es aquella persona que en medio de la lid puede ser herido y tal vez derribado, pero se pone en pie de batalla y dice: "... derribados, pero no destruido" (2 Corintios 4:9) .

Una persona más que vencedora es aquella que se acuerda de lo que dice Jeremías 1:8 "No temas delante de ellos, porque estoy contigo para librarte, dice Jehová.". Es aquella persona que en medio de una tempestad y de las fuertes lluvias de prueba que azotan su vida, no se rinde sino que medita en lo que dijo Jesús a sus discípulos en Juan 6:20 "Yo Soy, no temáis." Es aquella persona que en medio de la soledad, porque todos le ha dado la espalda, se acuerda lo que dice Mateo 28:20b "... y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.".

Una persona más que vencedora es aquella que cuando la vida se torna negativa, que parece que las fieras la van a devorar y la rodean cual leones hambrientos, esta persona no se turba, sino que medita en Dios, pone la Fe en acción y sucede lo que paso en Daniel 6:22, cuando Daniel en el foso de los leones dice: "Mí Dios envió su ángel, el cuál cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño..."

Somos más que vencedores, porque Jehová cuando llama respalda. ¿Quieres tú ser un vencedor? Pues únete y vencerás. "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio." 2 Timoteo 1:7.
No te detengas, pues tu eres "MAS QUE VENCEDOR"

"El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo" Apocalipsis 21:7.

¡Dios les Bendiga!
Patricio T.

No esperes morir para ir a la Iglesia.


No espere morir para ir a la iglesia, que te lleven en carroza fúnebre porque entonces... Irá, a pesar de la temperatura. Irá, a pesar de los sentimientos de su familia.

Irá, a pesar de la condición de su cuerpo.

Irá usted al altar, pero no podrá orar.

Irá, sin importar cuántos hipócritas (a su juicio) haya en la iglesia.

Irá, a pesar de que lo necesitan mucho en el trabajo y en su empleo.

No podrá disfrutar del canto, por armonioso y bello que sea.

Lo que el pastor diga, ya no lo podrá usted poner en práctica.

Estará usted muy necesitado, pero nadie ya podrá ayudarle.

Ya nunca más podrá usted ir a la iglesia.

Tendrás muchas flores a su alrededor, pero no podrá disfrutar de las mismas.

El pastor preferirá ayudarle hoy que tratar de consolar a sus seres queridos si usted muriera alejado de Dios.

No espere mas tiempo, acepte a Cristo y viva una vida plena.

Que Dios les bendiga.

Patricio.

martes, 17 de junio de 2008

El Sello del Rey.


Efesios 1:13 En el cual esperasteis también vosotros en oyendo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salud: en el cual también desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa.

Descubrimientos arqueológicos recientes, encontraron mas de cien sellos usados como un medio de la autenticación para documentos de papiros escritos, del tiempo de los reinados de los Reyes David y Salomón.
Es decir, un sello (que muchas veces consistía en un anillo con inscripción) era utilizado por los reyes para dar autenticidad a un documento. Si había un edicto real, dicho papel tenía que tener necesariamente el sello del rey.

Si el papiro no tenía este sello, era simplemente un papel sin valor, y por más importante que hubiera sido la declaración de su texto, por carecer de autenticidad, quedaba descartado.
Cuando se emitía un documento real, el rey sellaba con su anillo sobre una especie de cera especial, que luego se solidificaba, quedando con la forma del mismo.

El sello del rey daba por sentado, que todo lo que decía el documento era fidedigno, y que contaba con la "aprobación de su voluntad".

Todo documento no sellado, era un documento falso sin autoridad.
De la misma manera sucede con nuestros documentos de identidad o pasaportes. Si no tienen el sello de una autoridad del país, no sirven para certificar quienes somos.

Imaginemos que quisiéramos presentar este tipo de documentación "sin sello" para realizar un trámite comercial, bancario o ingresar a otro país. ¿Verdad que no serviría de nada.?

De la misma manera sucede con la verdadera autenticidad cristiana.

Hay muchas personas que dicen ser cristianas, pero que carecen del sello de Dios en sus corazones.
No se arrepintieron de sus pecados, por tanto el Espíritu de Dios no pudo venir a realizar una obra en ellos.
Tienen una buena opinión de sí mismos, y se consideran buenos cristianos, a pesar que el anillo del rey de los cielos nunca tocó sus vidas, imprimiendo sobre ellos la mas mínima señal de Cristo.

Se fabricaron ellos mismos un "pasaporte de cristiano", pero sin el sello de Dios, pues nunca se entregaron de corazón a El.

¿Y que pueden hacer con este pasaporte falso de "cristiano.? Pues en este mundo... muchas cosas.

Muchas veces ese pasaporte falso les servirá para mezclarse con los verdaderos hijos de Dios, tomar parte en actividades de la iglesia, y en otras ocasiones este documento está tan bien falsificado, que pasan por "siervos de Dios" llevando un mensaje a otras personas.

De este modo dentro del llamado mundo cristiano, hay individuos con documentación falsa.
Quizá en este mundo podrán exhibir con orgullo su falsa identidad cristiana y de esta forma ser tenidos por personas respetables... pero una cosa es cierta: Ese pasaporte no le servirá para entrar al cielo.

Aquel día que parta de este mundo y esté ante la presencia del mismo Dios, de nada le servirá su pasaporte falso.
Pues Dios sabrá de antemano, si realmente esta persona fue sellada por el Espíritu Santo cuando estaba en la tierra.
El sello del Espíritu Santo, no es ni mas ni menos, que la obra de Cristo en el corazón de aquel que se arrepiente y cree en El.

Por eso dice la Biblia "desde que creísteis fuisteis sellados". Desde que oíste el mensaje del evangelio y lo aceptaste!
La incredulidad, la falta de entrega y el amor al pecado, impiden que se lleve a cabo que en una vida se ponga el "sello de Dios".

Estimado amigo/a:

¿Tienes el sello de Dios en tu corazón.?

Si tu vida aun no tiene el sello de Cristo, estás en peligro, porque si hoy mismo fueras llamado a la presencia de Dios, no podrás entrar a los cielos.

El infierno está lleno de "cristianos con documento falso", por así decirlo.
De nada te vale que hoy te acepten en un circulo cristiano, cuando tu sabes en tu interior, que no eres un cristiano o cristiana genuina.
Puedes ganarte la simpatía de los demás, pero delante de los ojos de Dios, no eres aceptable hasta que te dejes sellar por El.

Te servirá una falsa identidad para este tierra... ¿Y para la eternidad.?
Jesucristo te ama y quiere darte hoy una verdadera identidad en El.

El sello del Padre celestial, está listo. Su mano está preparada. El Espíritu Santo está pronto, a venir a tu vida.

No le rechaces en este día. Abrele tu vida a Dios, derrite la dureza de tu corazón cual blanda cera... y el anillo del rey tocará tu alma, imprimiendo la verdadera identidad cristiana.

¡Serás un cristiano o cristiana autentica!

¡Que el sello de Cristo esté hoy en tu vida!

Efesios 4:30 el...Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.
Que Dios les bendiga.
Patricio.

Seminario Tribus Urbanas




Estimados Jóvenes.
Estas imagenes corresponden al evento Seminario Tribus Urbanas que se realizo el pasado día Sábado 14 de Junio en nuestra Iglesia M.P en Padre Hurtado.
Solo resta decir que fue una bendición enorme para todos los jóvenes que nos acompañaron ese día y sobre todo fue una instancia en la cual Dios fortaleció la identidad de nuestro jóvenes.
Quizás mas de alguno este formando parte de alguna "Tribu", pero solo deseamos decirte que solo hay una tribu que vale la pena seguir, es una tribu que no te discrimina, no te excluye, no te exige estar vestido de determinadas marcas, solo espera que tengas un corazón deseoso de ser bendecido.
Esa es la "Tribu del León de Juda", su líder se llama JESUCRISTO.
Para nosotros fue motivo de bendición formar parte de este evento y esperamos invitarte y compartir las próximas bendiciones que Dios dará a nuestro ministerio Juvenil.
Solo nos resta decir
Que Dios te bendiga enormemente.
Patricio.

lunes, 9 de junio de 2008

¿Que es un Papá?


Un papá, lo que se llama papá, es un superhombre, porque puede responder con prontitud una pregunta sobre Biología, seguida de una de Matemáticas. Es un súper héroe que se disfraza de Superman y se desvela esperando que sus hijos regresen de la fiesta. Un papá es una combinación extraña de razón y sentimientos, es el que sabe decir no cuando es lo justo y sabe decir sí cuando es lo conveniente.

Un papá zapatea duro cuando cumple con su deber y anda de puntillas en la noche cobijando cuerpitos fríos.

Es el único de la casa que persigue un ratón hasta atraparlo, así se muera de miedo por dentro.

Un papá es un higo que parece duro por fuera y es puro dulce en su interior, es un director de orquesta, es el constructor de un nido, es el maestro de la escuela de la vida.

Los papás tienen la billetera llena de fotos, de tarjetas, de teléfonos, de citas, de compromisos, menos de dinero.

Un papá tiene mucho de mamá aunque tenga cuerpo de hombre. Si hay que cambiar pañales, los cambia, cuando el hijo llora, él es el refugio, cuando el hijo ríe, él es la compañía.

Ser papá es jugar en la vida el papel de rey, no de un reino; sino del amor, la comprensión y la razón.
Si tienes a tu padre a tu lado, no pierdas mas tiempo y dale un fuerte abrazo y agradece toda el amor, compañia, correción, y sobre todo cuidado que te da día a día.
Por eso decimos de todo corazón que Dios bendiga a todos los padres.
Patricio.

jueves, 5 de junio de 2008

Cómo manejar nuestro Orgullo

1ª Samuel 24:1-22

El orgullo nos hace pensar que podemos manejar por nosotros mismos las situaciones de la vida y hacer nuestros propios planes. Los primeros dos reyes de Israel, Saúl y David, ilustran diferentes maneras de manejar el orgullo.

La elevada opinión que tenía Saúl de sí mismo desembocó en decisiones que fueron contrarias a los mandamientos del Señor. Por ejemplo, después de derrotar a los filisteos, el rey pensó que debía tomar parte del botín de la guerra, aunque Dios le había dicho que no lo hiciera. Cuando fue confrontado por Samuel, contestó que su plan era sacrificar los animales al Señor (1ª S. 15:15).

Dios vio a través de sus palabras un corazón de orgullo. Si nuestra egolatría controla nuestra manera de pensar, buscaremos las maneras de no obedecer al Señor, y al ser descubiertos, trataremos de justificar nuestra desobediencia, al igual que Saúl.

David, el segundo rey de Israel, que fue escogido mientras Saúl estaba todavía en el trono, demostró la disposición de esperar en Dios para iniciar su reinado. Soportó la ira, los celos y los intentos homicidas de Saúl, pero no quiso vengarse. De hecho, se negó a tomar el trono cuando tuvo oportunidad de hacerlo. No permitió que el orgullo dominara su mente. Posteriormente, David codició la esposa de otro hombre y cometió adulterio, pero cuando fue acusado su corazón se humilló y se arrepintió.

Para evitar una conducta orgullosa, debemos negarnos a actuar independientemente del Señor. Al igual que David, debemos manejar el egocentrismo acudiendo al Señor en confesión. Los pecados de David fueron perdonados. Saúl, por el contrario, nunca reconoció sus errores, y eso lo llevó a su ruina.

Que Dios les bendiga.

Patricio.